SEXO ¿DESPUES DE LOS 60?



-   -  Estoy totalmente seguro, ya te digo que no puede ser!!
   -  Pero cómo lo afirmas con tanta seguridad?, le has preguntado?
- -  Para qué le voy a preguntar:  Cómo va a tener sexo, si tiene más de 60 años?
- -  Lo dices sólo por la edad?
- -  Sí, claro… O no… No sé, es que no me lo imagino… Además es MI ABUELO!!!...

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Inge, una mujer de 65 años sumergida en la rutina, no espera otra cosa más que pasar sus últimos años con Werner, el hombre con quien ha compartido durante 30 años de matrimonio.  Un día de trabajo le encargan llevar unos pantalones a casa de Karl, un cliente de 76 años con el cual termina haciendo el amor al estilo irrefrenable que sólo se atribuye a los jóvenes.  Al principio lo llevan como una relación netamente sexual y clandestina, pero luego Inge decide dejar a su esposo convencida de hacer lo correcto, ahora que le queda poco tiempo para disfrutar los éxtasis del amor.  (Resumen de la cinta  “En el Séptimo Cielo”, del director Andreas Dresen).

Esta película, la cual retrata de una excelente manera el complejo tema del sexo después de los 60 años, y el diálogo al principio que refleja el punto de vista en muchos jóvenes los cuales piensan que los padres y abuelos no tienen sexo, no están para nada alejados de la realidad.

Lamentablemente durante mucho tiempo se ha asociado sexo a la reproducción y ha sido la sociedad centrada en la juventud, que ve con incomodidad y desagrado la sola idea de imaginarse a las personas arrugadas teniendo sexo, que puso durante el pasado este tema a nivel de tabú; sin embargo sabemos que la vida sexual no termina nunca, la sexualidad no tiene fecha de vencimiento, ni hay tampoco en ella jubilación y debemos respetar el derecho a este disfrute que tienen nuestros adultos mayores y es por eso que en la actualidad podemos hablar un poco más abiertamente acerca de este asunto entre las personas adultas, los familiares y el resto de la sociedad y aceptar como normal la circunstancia que nuestros padres y abuelos tienen necesidades sexuales y además con la natural manifestación de las mismas se obtienen diversos beneficios para su salud física y emocional tal cual la trae para las personas jóvenes.

Cuando observamos un cabello cubierto de canas o los excesos de grasa se notan a nivel corporal, o vemos una piel sin la tonicidad de la juventud, o comienzan algunos cambios de carácter y aparecen algunas enfermedades, no significa que el adulto haya perdido su apetito sexual.  El interés por el sexo no disminuye con la edad -por el contrario, en algunos casos aumenta- sin embargo es necesario que se adapten a los cambios producidos en el organismo y re-adapten la sexualidad con estas modificaciones corporales, buscando alternativas diferentes.

Hay que derribar los mitos que dicen que en la edad adulta el sexo se acaba o que existen los “viejos verdes” o las “viejas pervertidas” ya que los mayores tienen derecho a seguir de forma normal y natural con su sexualidad, y quizás la diferencia está en la desinformación o creencia que hay en torno a este tema, donde se imagina que ya debería  finalizar el interés por el sexo porque no lo necesitan.  Incluso entre adultos mayores hay ciertos prejuicios morales y sociales que les impide expresarse abiertamente a nivel sexual, pero si estos tabúes no existen entonces lo ideal, corriente y saludable, es que se puedan manifestar libremente al igual que como cuando se era joven sin que por ello la sociedad, familiares o amigos vean con desagrado su manera de actuar.

En la edad adulta ocurren en los hombres algunos cambios físicos como una erección más tardía donde el pene requiere mayor estimulación, la eyaculación demora un poco más, la cantidad de semen reduce un poco con la edad o el orgasmo puede darse sin emisión de semen, el lapso entre una erección y otra se prolonga y en el caso de las mujeres puede haber resequedad vaginal, pérdida de sensación en el clítoris y cambios hormonales, no obstante, hay que considerar que la sexualidad en esta etapa se vive de manera diferente y pasan a tener igual importancia tanto el coito como los besos, abrazos, palabras bonitas, caricias, el compartir y la ternura.  Según el urólogo Alejandro Mendoza del Centro Médico Imbanaco y de la Sociedad Colombiana de Urología, explica que el deseo sexual puede disminuir un poco, pero que NO ES NORMAL la impotencia sexual, la falta de erecciones o la absoluta falta de deseo sexual.


Otro mito que es importante derrumbar es que “Cuanto más viejos, peores amantes”, ya que el hombre a ésta edad puede controlar mejor la eyaculación es decir, “se dan su tiempo” con lo cual logra alcanzar y dar mayor placer sexual a su pareja.  Además hay que tener en cuenta la experiencia que tienen los mayores donde generalmente reconocen ciertas “reacciones” que se dan en su compañero y éstas es muchas ocasiones, no se identifican o son ignoradas  cuando se es joven.  El adulto sabe lo que quiere,  como lo quiere y además, lo sabe dar.

Beneficios del sexo después de los 60.

Aunque la salud sexual no recibe mucha importancia entre los adultos mayores, ésta está estrechamente relacionada con el bienestar físico y emocional.
1)  Muchas mujeres en esta etapa se descubren multiorgásmicas ya que han aceptado su cuerpo con todos sus cambios, ya no se preocupan por salir embarazadas y pasan a segundo plano problemas que antes las afectaban emocionalmente.
2)  El hombre a esta edad, ya no se preocupa por la cantidad de relaciones sexuales que tenga, sino que pasa a ser más importante la calidad, por lo cual aumenta el grado de satisfacción.
3)  En ambos casos las personas de tercera edad conocen su cuerpo, disfrutan lo que viven y lo que sienten, saben lo que quieren y cómo lo quieren y están dispuestos a hablarlo con su pareja sin el impedimento que tenían cuando eran jóvenes.
4)  Muchos de los adultos mayores ya están libres de prejuicios sociales.  Eso los ayuda a llevar una vida sexual más placentera.
5)  Parejas de adultos mayores que tienen una vida sexual activa, tienen menos riesgos de tener enfermedades cardiovasculares, liberan endorfinas que ayudan en la disminución de los dolores y disminuyen sensaciones emocionales como la depresión y la sensación de abandono.
6)  Las expectativas de vida aumentan.  La verdad es que una persona satisfecha a nivel sexual está equilibrada también a nivel emocional, por lo tanto aumenta su inmunidad y disminuyen las enfermedades. Una persona centrada emocionalmente consigue motivos para continuar adelante.
7)  El amor en esta etapa suele ser más espiritual, por lo tanto el compartir intimidades, secretos, preocupaciones, vivencias y otros los lleva a un nivel de amor más profundo.
8)  Aumenta la felicidad.  No necesariamente el encuentro sexual termina en la penetración y a esta edad, se le da la debida importancia a la sensación que se logra por medio de las caricias, besos y palabras.  Todo esto contribuye a una mayor seguridad individual y emocional de la persona y de su pareja.
9)  El sexo favorece la salud cerebral:  Las personas adultas que practican regularmente la actividad sexual tienen mayor claridad de pensamiento e intelectualidad.  Además, ya hay “cargas emocionales” que se han dejado en el camino y por lo tanto mayor libertad mental.


Como padres, hijos o nietos, debemos recordar que somos seres sexuales desde que nacemos hasta que morimos, por lo tanto hay que aceptar con libertad y sin prejuicios el hecho de que nuestros adultos de tercera edad tengan el derecho a expresarse libremente a nivel sexual si así ellos lo desean e incluso si se da el caso, hablar respecto al tema.  Así, día a día, construiremos una mejor sociedad que vaya en defensa de nuestra LIBERTAD MENTAL.


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